Etapa de Adolescencia

SEMANA 4

Etapa de Adolescencia

“La vida es una mentira sino encuentras la verdad interior” – Guru Nanaak

¿Qué ocurre cuando dejamos atrás una etapa de inconsciencia? ¿Qué sucede cuando uno empieza a hacerse consciente de su propio dolor o de sus vivencias? 

Esto sucede invariablemente durante la adolescencia. La dulce venda que en la infancia tapa nuestros ojos, se cae (o nos la quitamos) y comenzamos a cuestionar el mundo y nuestro lugar en él. Se trata del período en el que uno desarrolla el “yo”, “la imagen de sí mismo”, y también el tiempo en el que empezamos a tomar responsabilidad por nuestras propias experiencias y a cuestionar en qué creemos o dejamos de creer (dicho de otro modo, “la búsqueda de mi verdad“).

Del mismo modo, en esta semana del Camino del Corazón, daremos un paso más hacia las memorias y las grabaciones que se plasmaron en nosotros, en relación con esta etapa vital. Aquí nos enfrentamos por tanto con desilusiones, tristeza, soledad, desesperación o insatisfacción. Es común también que este período incluya las primeras crisis existenciales y esa certeza interior de que “algo no está bien, hay algo que falta”.



Enseñanza

Al inicio de este Módulo I afirmamos que “no somos el cuerpo”, sino más bien que éste es el receptáculo que nos permite tener esta experiencia en el mundo material. Es hora de preguntarnos… si el cuerpo es algo más.

  1.  No tenemos un solo cuerpo, sino una integridad de cuerpos: físico, emocional, mental y espiritual.
  2. El cuerpo (en su conjunto) es como un lienzo en blanco en el que todo queda grabado. Y, quizá lo más importante, cuya pintura nos habla todo el tiempo. El cuerpo habla y se comunica con nosotros continuamente. Podemos leer nuestra vida, literalmente, en el cuerpo.
  3. Recuerda que, según la ciencia, hay una ley que dice que “cuando dos partículas se han tocado, siempre estarán conectadas, por muy lejos que estén la una de la otra”. Del mismo modo, nosotros estamos conectados, unidos a todas las personas, seres y acontecimientos que han pasado por nuestra vida…, para siempre. Y un dato para reflexionar: “Toda la materia estaba unida en el momento del Big Bang”.
  4. Algunos maestros hablan del “Cuerpo de Dolor”, algo así como una entidad que se va formando con el paso de los años y que porta todo el dolor acumulado. Una parte de este dolor es personal; otra, es colectiva: antepasados, familia, sociedad, país, región… En una frase, “el Cuerpo de Dolor es el peso del dolor en nuestras vidas”.
  5.  Las memorias de dolor se activan y se desactivan. Se alimentan como si fueran una entidad. Son energía condensada en los distintos cuerpos.
  6. Lo importante de las memorias: que se pueden liberar. Lo importante de las experiencias: que toda vivencia es una oportunidad para regresar a ti, para volver al interior (al Corazón).
  7. Cuando liberamos la carga asociada a las experiencias dolorosas y traumáticas de nuestra vida, estas experiencias no sólo se convierten en neutras (dejan de ser un peso), sino que nos ayudan a salir de la ilusión del tiempo: al liberarnos del peso del pasado, nuestra conciencia regresa al presente; nos hacemos más presentes, más en contacto con la realidad esencial.


Prácticas

1- Camino de Retorno

Esta práctica la vamos a realizar de pie…, con los ojos abiertos…, y en movimiento. Para entrar en sintonía con lo que vamos a hacer, aquí va un antiguo cuento:

“Un día, un maestro y un discípulo paseaban apaciblemente y éste, de pronto, le preguntó al primero: “¿Qué es la vida?”. El maestro le miró un segundo y dijo: “Camina”. “Sí, ¿pero qué es la vida?”, insistió el discípulo. El maestro respondió: “Sigue caminando”.

¿Cómo podemos encontrar nuestro propio camino al Corazón, si no somos conscientes de cómo nos caminamos o conducimos en la vida? De esta pregunta, trata la siguiente práctica.

Escucha primero el audio de explicación, con las pautas y recomendaciones (cómo, por ejemplo, tener papel y bolígrafo cerca, o un espejo de mano si te encuentras en casa), antes de pasar a la meditación propiamente dicha.

2- Las 3 Cadenas

Recomiendo hacer esta práctica sentado en silla. Los puntos más importantes de esta postura son: los pies bien posados, firmes en el suelo. Adelantarse ligeramente hacia adelante (no tener la espalda pegada al respaldo), para así poder tener la columna más recta. Y que las manos resposen suavemente sobre los muslos.

La meditación de “Las 3 Cadenas” es una práctica muy breve que trabaja con el poder de las imágenes y con la simbología de los metales. Usaremos Oro, Cobre y Plata en nuestra visualización.

  • El Oro corresponde al aspecto paterno (en mayúsculas): el Padre.
  • La Plata corresponde a la Madre.
  • El Cobre representa al individuo, al Hijo (a uno mismo).

3- La Esfera del Corazón

Esta meditación la comenzaremos en postura “tumbada” y durante la práctica te pediré que te incorpores y adoptes la postura “sentada”. Intenta mantener en todo momento una actitud enfocada a atenta, a la vez que relajada.

4- Respiración de las 6 Direcciones

La “Respiración de las 6 Direcciones” es útil y efectiva para cualquier momento. Sus efectos son varios: abre el pecho; limpia y libera la tensión; desprende capas y despierta memorias en un nivel sutil.

Si te encuentras en tu casa, la puedes hacer en postura “sentada” o “tumbada”, a tu elección. Si te encuentras en la calle, por ejemplo, o en cualquier otro lugar, también puedes hacer la práctica “de pie o caminando”. En este caso, mantén los ojos abiertos, aunque todos los sentidos estén concentrados en el centro del pecho.



“Como una habilidad o un músculo, escuchar la sabiduría interior se fortalece con la práctica” Robbie Gass

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