Palabras de Despedida

RENACER DÍA A DÍA

Palabras de Despedida

“Es tu camino y tuyo solo. Otros pueden caminar contigo, pero nadie puede recorrerlo por ti” – Rumi

Enhorabuena por haber concluido el módulo “Renacer Físico”. Te sugiero que en estos momentos abras un breve período de reflexión sobre lo vivido y experimentado estas semanas atrás, y que plasmes los pensamientos más profundos en tu diario de viaje. También puedes volver al cuestionario de la primera semana, y revisar las preguntas y respuestas, y ver de qué manera ha cambiado tu visión en este período.

La principal diferencia de esta modalidad online respecto a los cursos presenciales, es el tiempo de descanso entre módulos. En el grupo presencial se realizaban todas las prácticas en un intensivo de dos días. Y al finalizar, era necesario un período de al menos mes y medio o dos meses, para poder integrar toda la experiencia. 

En la Escuela Online, al seguir un ritmo propio, e ir avanzando lentamente, práctica a práctica, semana a semana, la integración es diferente. Pese a todo, recomiendo que haya unos días de pausa, o de reflexión, como indicaba más arriba. Quizá diez u once días sean suficientes. Pero como este viaje trata de aprender a escuchar la guía interna y actuar en consecuencia, lo mejor que puedes hacer es preguntarle a tu Corazón cuando es el momento oportuno de dar el siguiente paso.



¿Y después qué?

Cuando estimes que tu tiempo de descanso ha concluido, la próxima parada en el viaje al Corazón es el Módulo de “Renacer Emocional”.

La esencia de Renacer Emocional es la liberación de los programas y grabaciones en nuestro cuerpo de conciencia emocional. Como intuirás, el peso de las emociones que arrastramos con nosotros es una carga muy pesada.

Imagina que en el centro de la estancia donde te encuentras hay una mochila cargada con piedras que pesa 100 kg. Ahora yo te pregunto: “¿Es pesada la mochila?”. Responderás: “¡Claro!” (en los cursos presenciales, al menos, ésta fue la respuesta mayoritaria). Y entonces yo he de decirte: “¡No, si no la levantas, no es pesada!”. Esto es Renacer Emocional: darnos cuenta de que llevamos una mochila de 1oo kg a la espalda, sin ni siquiera saber que la hemos levantado, ni desde cuándo la llevamos.

En el Módulo II, además, tendremos un entrenamiento avanzado en el lenguaje de las imágenes, limpiaremos algunas heridas que provienen de nuestros ancestros, enfrentaremos las mismas raíces del miedo, aprenderemos técnicas de transformación de emociones o las leyes de la comunicación consciente (tanto interna como externamente)…, y, al final del camino, aguarda el muro del Corazón… (y algo más).



Retos

Tal y como dice el título de esta sección final, se trata de Renacer día a día. Este camino no es para ir cumpliendo etapas y pasar cuanto antes a lo siguiente: no es un camino para hacer, sino para vivirlo.

Piensa de qué maneras lo que has aprendido en el Renacer Físico puedes traerlo e incorporarlo a tu vida cotidiana. Y como última sugerencia, te planteo un reto:

La Relación con el Corazón

Puedes hacerlo durante 11 días ó 21 días ó 40, o cualquier otra cantidad (superior) que te parezca adecuada.

El reto es muy sencillo: empieza a prestar atención al Corazón. Durante x días seguidos, al despertar y antes de irte a dormir, lo que prima es relacionarte con el Corazón. Puedes hacer respiración cardíaca (inhalar y exhalar a través del centro de tu pecho) o algunas de las prácticas del Renacer Físico (como “Generar Coherencia”, o “Yo Soy”, o “Jarrón Dorado” u otra). Y, durante el día, aparta aunque sólo sean 3 minutos, para dedicárselos exclusivamente a tu relación con el Corazón.

Si un día se te olvida… No pasa nada. Observa qué circunstancias han ocurrido, qué te ha hecho perder el enfoque en el Corazón. Quizá haya alguna lección interesante allí. 

Pero si un día luchas contra la inapetencia, la desgana o el desánimo…, no lo dudes. Tómate un segundo para sentir el inmenso conjunto de humanidad que recorre el mismo camino que tú hacia el Corazón. Siente la fuerza de aquellos que caminamos contigo. Y ve más allá de tus emociones. Hazlo. Dedícale 3 minutos a tu Corazón.



“La auténtica valía reside en tu voluntad de vivir fielmente los dictados de tu Corazón”

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