SEMANA 1
Como decía Abraham Lincoln: “El compromiso es lo que convierte una promesa en realidad”.
En este caso, el compromiso es personal, contigo mismo, y reforzarlo y tenerlo presente aún cuando hayas completado las prácticas de la semana, contribuye a que la realidad del Corazón se integre en tu día a día, a que tu práctica tenga un impacto más profundo.
Guía Adicional
Una manera de entender el compromiso con tu corazón es abrirse a sentir el llamado o el impulso que emerge desde el interior a que despertemos.
Historia
En una ocasión, un discípulo de Buda le preguntó por el objetivo de la meditación. “¿Cuál es la meta?, ¿cuál es el propósito?”. A lo que Buda respondió: “La meta es el camino“.
El objetivo esencial de la meditación se encuentra en el proceso mismo, en el Camino, en la práctica. Intenta no enfocarte en algo que esperas alcanzar. El objetivo no es algo lejano que sólo lograrás con esfuerzo, sudor y lágrimas. La meta ya está aquí, ahora.
Prácticas
1- Percibir el Cuerpo
A lo largo de tu día a día, durante tus actividades cotidianas, intenta acordarte del cuerpo. Hagas lo que hagas, ya sea cocinar o caminar o escuchar a otra persona, mientras continúas haciéndolo, pon una pequeña parte de tu conciencia o percepción al interior de tu cuerpo; siéntelo, percíbelo, hazte consciente de que lo habitas.
2- Prestar atención al Ahora
Otra práctica que puedes hacer de vez en cuando, cada vez que te acuerdes, es hacer una breve pausa y “prestar toda tu atención al ahora”, a ese momento. Deja que tus sentidos capten todo lo que está sucediendo: alerta, presente, tranquilo, vivo. De ese modo, tocas el objetivo de la meditación, lo alcanzas en cada instante. Recuerda: “Presente y en calma, relaciónate vívida y completamente con tu vida, en este momento”.
“En cierto modo, usted es todos los cuerpos, todos los corazones, las mentes y mucho más. Profundice en el sentido de “yo soy” y lo descubrirá” – Nisargadatta Maharaj