SEMANA 1
“Somos seres espirituales teniendo una experiencia humana”
La primera etapa del camino del Corazón se refiere al Ser. Es el punto de partida, antes de esta experiencia humana. Aquí, en este camino, se trata de un primer paso en el que empezamos a recordar el hogar que nos pertenece, del que provenimos y al que anhelamos regresar.
Ramana Maharshi lo explicaba de una manera muy sencilla: “Eso que viene y va, surge y desaparece y nace y muere, es el ego. Lo que siempre existe, nunca cambia y está desprovisto de cualidades, es el Ser”.
Enseñanza
Un error común es la creencia en que somos el cuerpo y el conjunto de experiencias que hemos vivido mientras lo habitamos. Esto reduce nuestra naturaleza a un ámbito muy pequeño, además de crear una separación con el resto de seres. “Aquí estoy yo. Allí están los demás“.
Sin embargo, lo que somos reside en aquello que “nunca cambia”. Somos el Ser (afirmación que exploraremos en este camino) y, por tanto, no somos seres humanos adentrándose en una realidad espiritual, sino más bien, seres espirituales que, de algún modo, decidimos tener una experiencia humana, una vivencia material.
Entendemos que hay un propósito detrás de la existencia, una razón para encarnar y que, para cumplir este propósito nos proveemos a nosotros mismos de los elementos necesarios para llevarlo a cabo:
Entonces, si bien no somos el cuerpo, aquello que sí somos debe residir en el cuerpo, nutrirlo y habitarlo.
El cuerpo aúna todos los estratos de la Conciencia:
Por todo esto, nuestra entrada al Camino del Corazón está en el cuerpo. El cuerpo va a ser la puerta hacia la aventura interior. Y en este viaje inicial nos centraremos en el primer ámbito, el más denso y material: el campo físico.
Recuerda este sencillo paso: Lo 1º es volver al cuerpo.
Práctica
1- Regresar al Cuerpo
Te invito a que encuentres un lugar tranquilo para tu práctica. Puedes sentarte en una silla o sobre un cojín en el suelo. Para esta primera vez no hacen falta más indicaciones. ¡Empecemos!
“Lo que dejamos atrás y lo que nos espera más adelante, son minucias comparado con lo que nos espera en nuestro interior” – Ralph Waldo Emerson