SEMANA 6
“Nunca vas a conseguir suficiente de lo que en realidad no necesitas” – Wayne W. Dyer
La Etapa de Vejez es quizá la fase más extraña pues, aunque no seamos conscientes, se entremezcla con todas las demás etapas. El concepto clave aquí es la “Preparación“. En la vejez uno se prepara para morir. Pero si observas tu vida, puedes notar que llevas toda tu existencia preparándote para ello. De hecho, morimos muchas veces a lo largo de una vida: morimos a partes de nosotros, morimos a ciertos acontecimientos, a ciertos sueños, a maneras de entender el mundo, a caminos que una vez tomamos…
Como toda preparación, ésta lleva consigo una mayor comprensión: podemos sentir el lazo íntimo que une la vida y la muerte. Y como decía siempre un gran profesor que tuve: “La comprensión lleva a la libertad. No puedes ser libre si no comprendes”.
¿Qué se suele decir que ocurre cuando nos hacemos ancianos? Que uno se vuelve como un niño.
Prepararse a morir es soltar todo lo que no eres (que es, básicamente, la esencia del Camino del Corazón), abrazar el desapego a lo que no es importante, abandonar las limitaciones que nosotros mismos hemos construido en nuestra vida, contactar con las cualidades inherentes (que hemos dejado olvidadas en un lejano pasado) como la inocencia, la ilusión, el entusiasmo…
Enseñanza
La meditación cumple un papel fundamental en el proceso de “recordar quién somos”. Si revisas todo el trabajo que has venido haciendo, podrás ver que ha sido una labor de profundizar en la meditación: ir cada vez un poco más profundo en tu propia práctica.
La norma es que vivimos en nuestra periferia. Estamos alejados de nosotros mismos: siempre hacia afuera, concentrados en las 10.000 cosas que nos rodean y a merced de “lo inmediato”, del problema o la cuestión más urgente.
Por eso, si tuviéramos que hacer una especie de código del Corazón y la meditación, la primera ley sería: “Para poder ver hay que cerrar los ojos“. Para hacer el viaje al Corazón hay que regresar de la periferia, dejar de mirar hacia afuera, voltear los sentidos hacia dentro.
Veamos algunos aspectos sobre la meditación, la luz y la oscuridad.
Prácticas
1- Generar Coherencia
Para esta práctica vamos a adoptar una postura “sentada”. Es probable que “Generar Coherencia” te resulte familiar. Las raíces de esta meditación tienen cientos de años. La podemos rastrear al menos hasta el siglo 7 u 8. Aunque probablemente sea muy anterior.
Hoy en día, la técnica ha sido desarrollada y puesta a prueba en laboratorio, donde se ha podido comprobar los enormes efectos beneficiosos que tiene (a pesar de ser muy sencilla), por el “Instituto de Matemáticas del Corazón“, o “Heart Math” (en inglés). En siguientes módulos ampliaremos esta práctica en gran medida. La que vamos a realizar a continuación no es exactamente igual a la del Instituto, sino que ha sido modificada en múltiples ocasiones, en base a la experiencia y los efectos percibidos.
2- Liberar el Tiempo
Adopta una postura “sentada” para esta meditación que nos conduce a sentir los efectos que las tensiones diarias tienen sobre nuestro cuerpo.
3- Práctica Global de Respiración
La Práctica Global de Respiración es una antigua técnica budista empleada para producir un poderoso efecto de calma en el cuerpo y en la mente. La puedes realizar en postura “sentada” o “tumbada”, la que te sea más cómoda en estos momentos.
La práctica cuenta con 5 niveles distintos de profundidad. En cada nivel daremos un paso más hacia el interior de nuestra respiración.
4- Yo Soy
“Yo Soy” es una poderosa afirmación que nos pone en contacto con la esencia, el poder de manifestación que tiene el ser humano y la unidad con todo lo que existe. En esta meditación, en postura “tumbada”, utilizaremos “Yo Soy”, como un poderoso sonido limpiador, en conjunto con el lenguaje de las imágenes y con la luz.
“Una vez que dejamos ir lo que no somos, la naturaleza de lo que es real se hace visible. Por eso es mejor dejar “Lo que Es” sin descripción. Buda lo hizo así. Es lo que se llama “la vía de la negación”: llegar a lo que Es, soltando lo que No es” – Eckhart Tolle