Cuando comenzó mi despertar espiritual, tenía unos 16 años y una pregunta insistente en mi cabeza: ¿Es esto todo lo que hay? ¿La vida que veo a mi alrededor…, a la que abro los ojos cada mañana, será siempre así? O, quizá, ¿hay algo más?

Hay más… mucho más de la vida, que aquello que nos han dicho que es. La experiencia directa de este hecho es lo que llamo “la Vía del Corazón”. 

Es el viaje que recoge todas las enseñanzas que me fueron llevando, paso a paso, de la depresión y la falta de sentido, al propósito de mi existencia y a experimentar la vida desde lo profundo. Por poner una analogía, es la distancia que existe entre ver una fotografía del océano y hacer submarinismo.

En su estudio sobre el sufrimiento, Buda llegó a una gran conclusión. Su primera causa, dijo, es la ignorancia. El ser humano tiene un gran conocimiento, sus casas están llenas de libros, sus mentes repletas de ideas, pero aún así es ignorante, pues desconoce la obra más esencial, la que más importa: él mismo. 

¿Qué ocurriría si apartases a un lado quien crees ser? ¿Qué pasaría si rechazases ahora mismo lo que “te dijeron que debías ser”, el patrón por el que te has guiado toda tu vida? Entonces, estarías, sin saberlo, emprendiendo un viaje hacia tus profundidades, hacia el espacio de tu Corazón.

El mundo avanza imparable por el materialismo y la desconexión con el presente. Hubo un tiempo en que la palabra “yo” para mí significaba poco más que mi cuerpo. Identificado con mis preocupaciones, con mis éxitos y mis fracasos, con mis decepciones y momentos de alegría; identificado con mis deseos, con mis pensamientos… Aquel “yo” estaba completamente absorbido en el mundo exterior. La humanidad hoy está sometida a millones de estímulos y distracciones exteriores que atrapan sus sentidos, aprisionan su atención y la empujan más y más lejos de sí misma.

“Para el Sabio –dijo Ramana Maharshi–, el Ser brilla en el Corazón, sin límites, incluyendo al cuerpo y al mundo”.

Hay algo más. Mucho más que tu cuerpo; que tus experiencias difíciles; que los pensamientos y creencias que han ido moldeando tu manera de ver y experimentar la vida a lo largo del tiempo. A medida que despertamos a esta realidad, estamos emprendiendo un viaje hacia el espacio del Corazón, hacia un “yo” libre de limitaciones que puede expresar en esta vida, todo lo que lleva dentro, todo lo que Es.

Ésta es una invitación a iniciar el Viaje hacia ese lugar, donde tú eres realmente Tú.

Héctor Lajprem.